Grettell Valdez rompe el silencio y detalla sobre el cáncer que casi la deja sin un dedo

Ciudad de México.- Durante el programa Pinky Promise, Grettell Valdez rompió el silencio al narrar sus terribles momentos que sufrió cuando le detectaron cáncer en uno de sus dedos. El pulgar del lado izquierdo de su mano estuvo a punto de perderlo por una mala manicura que no sabe donde exactamente se la hizo.

El momento en donde se puso a llorar fue cuando se acordó de que esa enfermedad si se expandía podría haberla alejado de su hijo. Para quien no lo sepa, la famosa tiene un único hijo  con su expareja Patricio Borghetti, el joven de 14 años, Santino Borghetti, con quien se ve que se lleva muy bien.

El programa completo de la cuarta temporada dura un poco más de dos horas y se puede ver mediante Youtube. Pero sin duda el momento más crucial es en el minuto 28:45, en donde las actrices tocan junto con la Karla Díaz, el tema de la terapia y cómo es que las ayudó a salir adelante con sus problemas emocionales.

Para mí este año entre pandemia, me dio hace cinco años cáncer en el dedo, me regresa, me divorcio. Fue un año muy complicado.", puntualizó la actriz. "Lo más fuerte y que me asustó muchísimo fue lo de cáncer en el dedo, que gracias a Dios ya estoy libre, ya está todo perfecto, ya supimos qué era, porque no sabíamos con exactitud qué tenía. Al final era un virus que mutaba a cáncer y por eso es que se me había repetido otra vez."

Pero eso no fue todo, pues también habló más del tema, pues dijo que se le hacían como llaguitas en la piel del dedo gordo de la mano izquierda. Ella fue con un dermatólogo y este le comentó que era un mezquino. Pasaron dos años, y un amigo le preguntó sobre las heridas en su dedo, por lo que la actriz le comentó que ya le daba dolor, así que le recomendó ir con un especialista de la piel. En la cita le pidieron que se hiciera una biopsia, pues ya la habían tratado de varias cosas y no sanaba, además sería lo mejor para saber con exactitud qué tenía.

Cuando le dan los resultados de los estudios, pudieron saber que lo que tenía era cáncer, así que la mandaron al oncólogo. Ella con miedo de lo que le pudieran decir, le pide a Victoria Ruffo que la acompañe, pues la cataloga como a una madre. "No sabes el susto. Me tiran a decirme que me van a cortar el dedo o que la otra opción es sacarme un injerto del glúteo y ver si pega porque el dedo es lo más difícil.", narró. "Salimos las dos de la consulta, ella me dijo no me gusta, a mí tampoco. Ella lloraba, yo lloraba. Y finalmente optamos por ir con un cirujano, conocido mío".

Ella va con un cirujano que conoce y le hace la cirugía satisfactoriamente y no tuvieron que hacerle ningún injerto, pero cinco años después le volvieron a salir las llagas. "Me volvieron a salir las llagas y yo de 'ay no, espérense, no qué pasa'. Entonces voy con el doctor y me dice 'no, vamos a quitarlo para mandarlo a examinar. Pero es poquitito y no pasa nada. Va estar todo bien'. Cuando llego, me limpian la mano, el campo para quitarme ese pedacito, entra el doctor y me dice 'Grettel, no te puedo hacer nada porque se expandió en 15 días'. Y yo solo le pude decir '¿Cómo?'. Entonces imagínate, la palabra es muy fuerte, es demasiado fuerte."

Valdez dijo que ella acostumbra a comer muy bien, pero ante esto bajó 5 kilos en una semana. Después de hacerse un mapeo y otros procesos se supo que fue un virus que agarró al realizarse una manicura. Ella dijo que siempre se lo iba a hacer a diferentes partes y que no tomaba en serio las precauciones de higiene y subrayó que lo mejor es llevar uno mismo los instrumentos como cortaúñas, tijeras, alicatas, pulidor, lima, o bien, asegurarse de que realmente los desinfecten bien.

Después de que encontraron el verdadero virus, inició el proceso para quitarle el pedazo infectado. Añadió que fue una operación de cuatro horas y que todo lo hicieron de manera minuciosa. Le hicieron laser, quimioterapias, y perdió un cuarto de su uña. Pero el mismo injerto salió de su propio dedo y ahora tiene muy buena salud, pero lo que sí le preocupó mucho en esta situación fue su hijo y qué pasaría si ella llegase a faltar.

Es que te dicen cáncer y es una palabra muy fuerte. Y te digo una cosa, sobre todo porque soy mamá y tengo un hijo. Y eso te rompe horrible ¿sabes? Te juro que lo primero piensas es 'no, Diosito. Tengo mil cosas que quiero disfrutar con mi hijo, quiero hacer esto con mi hijo. No me hagas esto.' O sea, te da un pánico horrible. Y en esta segunda ocasión la verdad es que ya no quise asustar tanto ni a mi familia ni a mis amigos pero de repente ya veía en los medios de comunicación que me iban a cortar el dedo, que me lo iban a amputar. Y yo así de, oigan, no fue así."

Fuente: Puro Show